La mayoría de las personas tienen uno o más colores favoritos que determinan su “paleta” personal. Echa un vistazo a tu vestidor, a tu dormitorio, a tu neceser de maquillaje, a tu esmalte de uñas... No hay duda de que muy rápidamente podrás identificar un color dominante para cada una de estas cosas. Definitivamente hay un tono neutro que domina y algunos colores pastel o más atrevidos que se destacan aquí y allá. Tu maquillaje puede estar compuesto por tonos cálidos y dorados... mientras que tus esmaltes de uñas lucen colores pastel con algunos reflejos iridiscentes.

A veces elegimos instintivamente los colores que nos gustan y creamos un grupo de asociaciones armoniosas con ellos. Asociaciones que aplicamos en todas nuestras elecciones: Decoración interior, color del coche, elección de nuestra ropa… Lo creas o no, pero lo hacemos sin siquiera darnos cuenta. De hecho, la mayoría de las veces nos enamoramos de los colores cuando vamos de compras. A veces nos paramos frente a un escaparate o ante una prenda de una tienda de moda y sentimos la necesidad de comprar todo el conjunto que luce la modelo detrás del escaparate.

Y luego, a veces, sólo nos seduce esta magnífica falda rosa y nos preguntamos si no deberíamos enamorarnos únicamente de esta prenda que podría combinar perfectamente con nuestra blusa favorita. En este caso, comience siguiendo su último pensamiento. Además de ahorrar dinero, seguir esta segunda intuición te permitirá confiar en la paleta de colores que ya tienes. Esta nueva adquisición (cuyo tono corresponde a los que moldean tu paleta personal) seguramente complementará todas las demás prendas de tu guardarropa.

La ventaja final es que ahorrarás espacio en tu estantería y así mantendrás un armario moderno y funcional . Confía en los colores que te gustan naturalmente y la ropa de tu guardarropa se combinará maravillosamente, como si un estilista se hubiera encargado de tu estilo de ropa .