La blusa blanca bien puede ser la mejor manera de marcar la diferencia. Esta prenda sencilla combinada con el color y estampado adecuado te permitirá tener un outfit fresco y resplandeciente a los ojos de quienes te rodean. Mademoiselle Grenade explica cómo resaltar tu blusa blanca y transformar esta sencilla pieza en una prenda imprescindible para tu guardarropa.

El poder de la blusa blanca

Si bien la mayoría de las mujeres eligen instintivamente prendas negras para cualquier ocasión, aquella que se atreva a pensar fuera de lo común y usar una blusa blanca destacará y causará sensación entre sus pares. No destacará como si llevara lentejuelas de pies a cabeza, será más discreta pero igual de efectiva. La blusa blanca tiene ese agradable poder de alegrar una habitación oscura, una multitud vestida de negro.

La magia del blanco al servicio de tu estilo

Muchos de nosotros pensamos en el blanco como un símbolo de pureza y luz, como una profunda inhalación de aire fresco primaveral. Icono de estilo imprescindible, la blusa blanca puede adoptar innumerables formas, desde los gemelos hasta el cuello. La blusa blanca no tiene límites y eso es lo que la convierte en un must have.

Algunos consejos para el cuidado de tu blusa blanca

Ya sea un crudo brillante, ligeramente blanquecino o un crudo clásico, el objetivo es mantener ese color original. Para cuidar tu blusa te recomendamos utilizar una tintorería o lavarla a mano. El mejor secreto es combinar un poco de agua tibia con un cuarto de taza de lejía y un chorrito de detergente seco. Finaliza con un doble enjuague, caliente y luego frío, que asegurará una limpieza profunda.